EL PRODUCTOR Y DOCENTE DICE QUE EN LA DISCIPLINA SE TRABAJA MUCHO DESDE LO EMPÍRICO, PERO DESDE LA ENERC SE INTENTA NIVELAR LAS COMPETENCIAS HACIA UNA FORMACIÓN ACADÉMICA.
La Escuela Nacional de Experimentación y Realización Cinematográfica (ENERC), dependiente del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA), tiene por primera vez en sus 45 años de historia un rector. El productor y docente Pablo Rovito fue elegido por un jurado de notables, quienes con esta decisión dan inicio a un nuevo ciclo del ENERC, la única escuela oficial de cine en la Argentina, de carácter prácticamente becario. Sus estudiantes, en cada una de sus seis especialidades (dirección, guión, producción, fotografía, montaje y sonido) realizan prácticas, pagas por el Estado, en diversos formatos, como digital, fílmico, 16 y 35 mm.
“En nuestro país son muy pocos los lugares de formación de posgrado cinematográfico para técnicos, profesionales o alumnos, y ese es un espacio que desde el ENERC vamos a tomar y desarrollar”, afirma Rovito. “Además a partir de la nueva Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual y los concursos de televisión digital, se están abriendo polos de producción en todo el país, pero la mayoría de la gente que está trabajando se ha desarrollado de una manera bastante empírica, es decir, se compró una cámara y hace cámara o edita porque tiene un centro de edición, y como ya está con labores no tiene la posibilidad de ir a una formación académica más estable, entonces ahí tenemos un espacio con el que cumplir, que es el de la nivelación de competencias. Es acercar a la gente que ya está en la actividad una serie de conocimientos para complementar su formación. Se abren espacios muy atractivos en todo lo que hace a la extensión académica.”
–¿Qué otros cambios tenés pensados?
–Sumar como séptima especialidad “arte”. En el ambiente cinematográfico, en general, su gente distingue entre quienes vienen del cine y los que lo hacen desde otras especialidades, y esto se destaca particularmente en arte, donde hay mucha gente proveniente de la escenografía y el teatro, por ejemplo. Pero yo tengo una concepción diferente sobre la formación: para mí en cine hay una parte, básica, que es polivalente y es la que nos convierte en cineastas. Y después existen las especializaciones, no creo en la diferenciación entre director, guionista, productor y sonidista. Todos somos cineastas, algunos especializados en guión, producción o arte, pero hay una cantidad de información común con la que trabajamos. Esta es una actividad muy colectiva.
–Todos los años quedan muchos aspirantes fuera del ENERC por no pasar el curso introductorio, ¿pensaste algún cambio en ese sentido?
–A la escuela, por su formación becaria y por ser de carácter nacional, no pueden ingresar cientos de personas cada año, y esta limitación la hace ver como una institución de élite, pero la verdad es que está bastante lejos de esto, aunque es cierto que el filtro del examen de ingreso es muy exhaustivo porque las becas son limitadas, se presentan casi 1000 personas por año y entran 60. Entonces lo que estoy planeando es, para el año próximo, armar un curso básico introductorio a la cinematografía, no vinculante con la carrera, pero sí donde se den todas las herramientas técnicas necesarias para quien quiera luego dar el ingreso. Mi idea es lograr que ese curso sea de incorporación irrestricta y que a la brevedad se pueda tomar por plataformas virtuales.
Por Lisandro Gambarotta
Fuente: Tiempo Argentino
Más información: http://tiempo.elargentino.com
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