4ta Ediciòn de los Premios Lanin de Oro - RadioCine.Ar ganador del Rubro Mejor Programa de Espectàculos en Radio.

lunes, 2 de abril de 2012

Simón Franco realiza aguda crítica al capitalismo en “Tiempos menos modernos”.

La película argentina “Tiempos menos modernos”, opera prima de Simón Franco que realiza una aguda y acertada crítica al capitalismo y a los falsos valores y necesidades transmitidas a toda hora por la televisión, llegó a varias salas del país, luego de ganar el premio al mejor largometraje del reciente encuentro de cine argentino-europeo Pantalla Pinamar. “No es una película que hable únicamente sobre la televisión, sino especialmente sobre nuestra pérdida de cultura, sobre la colonización a la que estamos sometidos y sobre nuestra falsa necesidad de consumir constantemente cosas innecesarias”, afirmó Franco en una entrevista con Télam. “Es impresionante ver cómo te imponen el consumo a través de la televisión”, sostuvo el cineasta, y añadió: “Fue por ese motivo que decidí utilizar la televisión como una ventana que este personaje no tenía y que no necesitaba”. Coproducción entre Argentina, Chile y Alemania, “Tiempos menos modernos” aborda con humor sutil y particular la historia de Oscar Payaguala, un hombre de ascendencia tehuelche que vive solo, aislado, retirado en un rancho perdido en medio de la Patagonia Argentina, cerca de la cordillera de los Andes. Su existencia se basa en trabajar y cuidar su escasa tierra hasta que un día su vida y su forma de entender el mundo se verán afectadas con la llegada de una encomienda con víveres y un televisor alimentado con energía solar, algo que lo conecta con un mundo frívolo y superficial, totalmente ajeno a sus convicciones y creencias. La película, protagonizada por el propio Payaguala y el joven chileno Nicolás Saavedra, fue aclamada en la última edición del encuentro argentino-europeo Pantalla Pinamar, donde ganó el premio Balance de Oro al mejor largometraje, y ya había competido en el Festival de Films del Mundo de Montreal y en la Competencia Latinoamericana del último Festival de Mar del Plata. Franco, quien ya había abordado el tema en 2004 en un cortometraje llamado “Tiempos modernos”, consideró que “la televisión es el medio madre a través del cual se propaga a toda hora el sistema capitalista, que nos hace consumir continuamente pavadas y cosas que no necesitamos”. “Hoy la televisión llega a todos lados, está presente hasta en un rancho de la Patagonia desértica, y eso se debe al nivel enorme de globalización actual. Para el protagonista esto es como una segunda colonización, ya que es un tehuelche cuyo pueblo ya fue colonizado por los españoles”, señaló Franco, cuyo filme es una advertencia sobre el mal uso de la TV como medio masivo de comunicación. Lo peor de todo, según explicó el cineasta, es que “la de la televisión es una segunda colonización, sobre todo cultural, que se hace despacio y que no se nota en lo inmediato; se va haciendo lentamente, trabaja en forma silenciosa y solapada”. “Con la película trato de llamar la atención sobre el peligro de que nuestra cultura desaparezca por obra de la constante venta de estas necesidades que no tenemos. En las grandes ciudades ya es realmente muy difícil escapar del sistema. La gente no puede vivir si una computadora o un celular, cuando hace algunos años no los necesitaba”, agregó. Discípulo de José Martínez Suárez, Franco comenzó a pensar en esta historia a partir de dos experiencias personales, la primera de las cuales ocurrió en una escuela rural de Salta, donde estaba de paso y asistió a la llegada de un envío de computadoras para los alumnos, con el único inconveniente de que en esa escuelita rural no había electricidad. A esa ironía se le sumó otra situación singular que vivió cuando se encontraba en la Patagonia, en un puesto fronterizo con Chile, donde todo el mundo estaba viendo un partido de fútbol entre Boca Juniors y River Plate, y él observó por la ventana que a su alrededor se extendía un gigantesco desierto. “Estábamos tomando unos mates, mirando en vivo y en directo un partido de fútbol. Por la ventana se veía la nada absoluta, un páramo desierto. Frente a mí, en esa TV último modelo, miles de personas enfervorizadas hinchaban por River y Boca. En mi cabeza no podía asociar esas dos imágenes: cada vista representaba algo opuesto”, rememoró. “Ahí empecé a pensar que la televisión, depende de cómo sea utilizada, puede instalar temas y necesidades irreales en la gente, además de generarle dependencias que casi siempre no son útiles”, recordó el cineasta. Y agregó: “Esto pasa con todos, no sólo con los tehuelches, porque los grandes medios nos hacen ver las películas que ellos quieren que veamos, escuchar la música que ellos quieren que escuchemos o comer las comidas que ellos quieren que comamos. Unifican mentes y de esa manera nos perdemos de lo que realmente es nuestro, lo que está en nuestra propia cultura”. El filme está enmarcado en la década de los `90, en donde nuestro país sufrió los despojos internos y externos más violentos: “Era la época de un Estado pequeño, en donde se cometían grandes despropósitos, como por ejemplo, enviar computadoras a escuelas rurales que no contaban con energía eléctrica”, añadió. “Esta película -prosiguió- habla de la soledad, de la no comprensión del país del interior por parte de los mandatarios de la capital, de la globalización y cómo ella nos deja insatisfechos, de un mundo que hicimos los seres humanos a nuestra medida pero que ya no está construido para nuestra felicidad”. Agencia Telam.

1 comentario:

  1. Felicitaciones a Simón Franco y a Luis Zorraquin por la excelente película!!!

    ResponderEliminar